Hay un nuevo lujo que no tiene que ver con un producto sofisticado ni carísimo, sino con lo artesanal, con materiales naturales, con la exclusividad de ser único, respetando al medio ambiente y conociendo las condiciones de trabajo de quienes lo producen.
La visión del lujo sustentable es bastante reciente, fue introducida en la moda hace ocho a diez años a partir de una corriente de emprendedores -como Oscar Metsavaht, de la firma de indumentaria brasileña Osklen; Carry Sommers, de sombreros panamá Pachacuti; Daniel Joutard, de cosmética orgánica Aïny, y de Kresse Wesling, de Elvis&Kresse, complementos con materiales reciclados- con una original visión del negocio. Este nuevo mandato deja atrás a las viejas creencias sobre el lujo asociado a la opulencia, el glamour y los altísimos valores sin importar los costos medioambientales ni sociales, y abre paso a un nuevo concepto.
El lujo sustentable introduce nuevos conceptos:
– La transparencia como tendencia: el consumo consciente, el cuidado del planeta y la necesidad del trabajo digno. Los 3 puntos son claves para el proceso de fabricación y venta de productos. Es necesario que las empresas divulguen el origen de sus materias primas, las metodologías de producción y su conducta frente al medio que los rodea.
– Mayor compromiso: El aporte a mejorar la calidad de vida de la sociedad ayudando a su crecimiento. Esto conforma la base de todas las empresas que enfocan su accionar hacia la sustentabilidad.
– La revalorización de lo artesanal: destacar el trabajo hecho a mano por sobre el industrial. Apreciar su carácter de especial, único e irrepetible.
Fuente: www.info-textil.com.ar
