Los cambios político económicos que arrancaron el año pasado y continúan hasta hoy plantean un marco macroeconómico particular que es conveniente tener en cuenta para tomar las decisiones comerciales correctas.
Si bien el cambio de modelo plantea incertidumbre a la hora de inversión y ampliación de las estrategias de los mercados, de la misma forma muestra un horizonte abierto a oportunidades de mejora y crecimiento.
Esta doble mirada con pros y contras, tiene que ser analizada desde 4 puntos de vista básicos, para no quedar mal parado ante una situación nueva y tomar las medidas necesarias para aportar al desarrollo del horizonte venidero:
Impacto político: El mejor aporte que puede hacer el mundo empresario en la contienda política estará del lado de la defensa de la estabilidad para poder impulsar un círculo virtuoso que pueda generar un buen entorno de negocios y de crecimiento.
Impacto económico: el camino hacia la estabilidad económica mostrará un comienzo de ciclo prudente, intentando preservar el valor agregado de los locales por sobre estrategias de abastecimiento y comercialización que no se adapten a la coyuntura actual.
Impacto social: entre pobreza e inflación los temas sociales tendrán gran impacto en el próximo período. La mejor posición que pueden tomar los empresarios es la de convertirse en motores generadores de trabajos y oportunidades para generar un nuevo ciclo de desarrollo.
Impacto tecnológico: Optimizar gestión, costos y procesos podrá ir de la mano de los avances tecnológicos que marcan la diferencia en otros mercados internacionales. La inteligencia y eficiencia en la aplicación de estas mejoras permitirán un desarrollo creciente, con riesgos más pequeños y una constante generación de información más exacta a la hora de tomar decisiones.
FUENTE: Fashion Market
