La venta online ya es parte de nuestra vida cotidiana porque al menos una vez al mes más del 50% de la población realiza una compra en internet, un pedido de delivery, pedimos un taxi para traslado, etc. Uno de los más grandes desafíos que tienen los vendedores a través de eCommerce durante 2023 es brindar una experiencia de compra especial, y completa, en un mercado cada vez más exigente.
Desde la CACE presentaron un nuevo Informe de Comercio Electrónico 2022, que coteja los números del comercio electrónico en argentina en el primer semestre del año. Algunos de los resultados arrojados dicen que:
- Aumentó la facturación total en comparación con el 2021 en un 73%, que en total acumuló $1.090.488 millones de pesos.
- 9 de cada 10 argentinos (mayores de 18 años) ya realizaron compras digitales alguna vez y cada vez se suman más. Este año, un 5% (entre 18 y 34 años) se incorporaron al canal online en 2022. Es decir que cada vez hay más consumidores web.
- Los usuarios multicanales, que cambian constantemente y no suelen tener una forma única de comprar, luego de la pandemina, aumentaron en un 30%. La exigencia de este grupo se basa en la reducción del tiempo de compra.
¿Cómo va a ser el consumidor del futuro?
Según el análisis de la CACE, el consumidor actual es un experto y en los próximos años desarrollará más habilidades:
- Va a ser más experto en los productos que quiere comprar
- Necesitará menos asistencia de vendedores
- Tendrá disponibilidad de consumo en todos los dispositivos
- La experiencia será más automatizada, al punto que cambiará el funcionar de todos los canales de venta, fusionando y “borrando los bordes” entre ellas.
El desafío fundamental del eCommerce durante 2023 es tener una mejor atención al cliente, ser más veloces en cada una de las instancias de venta. Integrar mejor cada canal de ventas consolidando la omnicanalidad. Además se deberá tener un control más exhaustivo en el proceso de entrega reduciendo al mínimo los errores y tiempos de espera. Otro de los puntos a mejorar es fortalecer la “autogestión” de procesos por parte del cliente. Y por último, superar las expectativas en plazos, formas de relacionamiento empresa/cliente y mejorar integralmente el sistema de devoluciones.